Las cinco pinturas, todas ellas marinas, eran entregadas a la máxima autoridad local en representación del pueblo, de forma totalmente altruista por parte de este autor con la única condición de que se expongan dignamente en dependencias municipales.
Hay que recordar que este pintor ubriqueño que ha vivido durante muchos años en la Costa del Sol y cuya pasión por el mar se ve reflejada en su numerosa obra, ha sido considerado un digno representante de la Escuela Malagueña de pintores a la que representó en diversas exposiciones y catálogos.