El próximo viernes 5 de abril de 2019 tendrá lugar en la nueva sala de exposiciones de Ubrique del Antiguo Mercado de Abastos la inauguración a las 21 horas de la nueva exposición de José Luis López Núñez. Una inauguración que correrá a cargo de David Bulpe y Manuel Pérez Trastoy y que permanecerá abierta hasta durante todo el mes de abril.

Tiempo de contemplar

No es un tópico, pero la primavera es una fecha cargada de buenas sensaciones en múltiples sentidos. Es, por ejemplo, cuando renace la vida, la luz esplende o un optimismo firme se va adueñando de nosotros sin saberlo. Y también ha sido y es especial para un artista insustituible en Ubrique.

Por eso, a José Luis López Núñez le gusta tanto exponer en dicha estación. Desde que era un adolescente, no recuerdo otra fecha tan particular y que me traiga tan gratos recuerdos como la primavera. 

Porque en primavera, José Luis nos acercaba a un mundo de ensoñaciones, de luces limpias y delicados tonos, cuando desembarcaba con su nueva colección de obras, para deleite de nuestros sentidos, adormilados por el gélido invierno.

En esta gran muestra, que luce soberbia en la nueva Sala de Exposiciones, la pulsión de la vida late entre sus lienzos, demostrando la sabiduría propia de los años de oficio, que dejan un poso de indiscutible maestría y de dominio de la técnica, amén de la originalidad de los enfoques de muchísimos temas.

Una magna obra en que los diferentes perfiles que adopta el artista certifican la calidad y la madurez de su ingente trabajo. Los polifacéticos estilos que trata con manifiesta soltura, se van dando la mano, unos a otros, con naturalidad, cuando el pintor necesita cambiar de registro, según lo demande el motivo que esté trabajando.

Aunque parezca mentira, son hijos de un mismo padre, y no nos cabe duda de que estamos enfrente del mejor José Luis de todos los tiempos. Humildemente y con férrea disciplina, trabaja en la quietud de su estudio, interpretando la belleza de este alocado mundo, en el que todo sucede demasiado rápido.

Esa belleza prístina y pura, que reside en la superficie de sus cuadros y sus dibujos, y que con paciencia, entrega tanto amor, consigue, día a día, que este mundo cruel, sea un poco mejor. Es una excelente recompensa para la larga y prolífica carrera.

Casiano López Pacheco
Primavera, abril de 2019