Una obra de Casiano López cartel del 50 aniversario de la Virgen de la Amargura
Una obra del pintor local Casiano López (que esperamos poder contar en breve en nuestra web) ha sido la encargada de conmemorar el 50 Aniversario de Ntra. Sra. de la Amargura de la localidad sevillana de Montellano.
La pintura encargada por la Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Stmo. Cristo de los Remedios , María Stma. de la Amargura, San Juan Evangelista y Santa Ángela de la Cruz de dicha localidad sevillana, refleja tal como podemos observar en la imagen tomada del boletín cofrade ‘Amargura’, el sentimiento y la devoción que a dicha Virgen se profesa.
De igual forma y mejor que nosotros, nos explica en dicho boletín el propio autor, las vicisitudes de dicho cartel en su carta de agradecimiento:
«Como casi las cosas realmente importantes, lo pueden ser por dos motivos: uno, por la emotividad que desprenden; dos, por la sencillez de su origen. La historia de por qué hice el Cartel de la Amargura en su 50 Centenario reúne ambas premisas. Y me explico. Pero la verdadera piedra angular sin la cual no hubiese sido posible su realización es ante todo la amistad que me une con Ismael, su Hermano mayor, que ya viene de largo en el tiempo./em>
En una de nuestras charlas salió el tema de quién podría ser el autor de dicho cartel para conmemorar fecha tan importante y reseñable para la Hermandad. Ni corto ni perezoso me ofrecí sabiendo del listón tan alto que habían dejado artistas de la localidad como mi amigo Jorge Gallego al que tanto admiro, en otras ocasiones. La cartelística siempre se me ha dado bien y el motivo, por el reto que encarnaba, reunía el suficiente atractivo y dificultad que a mí me atraen cuando encaro una obra especial.
Aceptada mi proposición por el cabildo de la Hermandad, al que se presentó un boceto para su aprobación, lo demás fue un gozoso proceso en el que la idea fue tomando cuerpo a medida que los colores avanzaban capa a capa sobre el dibujo. Ni que decir tiene que la Virgen de la Amargura posee una belleza sobrecogedora y que captar el alma de esa Dolorosa que emana del manantial de sus ojos y el rictus de sus labios no iba a ser tarea fácil. Pero tampoco imposible. Junto a su sagrado rostro incluí una vista de la casa donde habita todo el año, la Ermita de la que sale cada Semana Santa para procesionar por las calles del pueblo, acompañando en su dolor al venerable Cristo de los Remedios, su hijo amado. Cinco cirios recuerdan el cincuentenario, la fecha señalada de su cumpleaños, junto al detalle floral de una sus jarras, cuajada de rosas blancas.
Fundiendo esa amalgama de imágenes he querido reunir en una sola, a través de la Virgen, el espíritu de entrega y solidaridad del que hace gala en cada una de sus actividades, la Hermandad del Cristo de los Remedios. Entrega, caridad con el prójimo, ayuda al necesitado e infinidad de acciones y gestos dedicados a un pueblo como Montellano, al que agradezco desde aquí su formidable acogida a mí y a los míos, con lo que ello significa que esté donde esté y el destino me lleve, una parte de mi corazón pertenecerá siempre a este bello pueblo de la sierra sur sevillana, donde disfruto del calor de sus gentes y su amistad, que me hacen más llevadera la melancolía y la nostalgia de aquellos que como yo viven alejados de su pueblo de nacimiento.
Gracias pues a Ismael, a la Hermandad que tiene el honor de presidir, a los hermanos y hermanas que dedican su tiempo a tan loable labor y a todo el pueblo de Montellano.
Para mí no hay mayor honor que haber contribuido con el granito de mi pintura a una celebración tan especial. A todos, gracias.
Casiano López Pacheco«